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Historia política
La revolución del 43 le pone fin a la Década Infame

La Revolución del 43 fue un golpe de estado militar producido principalmente por Coroneles del ejercito el 4 de junio de 1943, que derrocó al gobierno del presidente Ramón Castillo, poniendo fin a la Década Infame y al fraude electoral.

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Martes, 4 de junio de 2019

Por Juan Facundo Besson*

Alguna vez, Perón explicó que toda revolución tiene cuatro etapas: la filosófico-doctrinaria, la toma del poder, la dogmática y la institucional. Durante los años de la Década Infame, no fueron pocos los grupos de militares y civiles que iban preparando las bases programáticas que después se reflejarían con toda fuerza durante el peronismo. Entre estos, el grupo de ex yrigoyenistas reunidos en FORJA; pero también los oficiales que pronto formarían el Grupo de Oficiales Unidos o Grupo de Obra de Unificación (GOU).
Estando más o menos perfiladas las bases programáticas, la toma del poder no tardó en venir. Aunque no había pasado mucho tiempo del golpe militar de 1930 contra Hipólito Yrigoyen, el nuevo cambio de comando en el país tenía nuevos elementos. El 4 de junio de 1943, aprovechando la apatía del pueblo hacia un gobierno corrupto, conservador y fraudulento, los militares, encabezados por los generales Arturo Rawson, Pedro Ramírez y Edelmiro J. Farrell (que fueron reemplazándose uno a otro) asumieron el poder. La Segunda Guerra Mundial y una clase obrera largamente postergada en sus demandas formaron parte del trasfondo de los reacomodos.

En medio de la inicial confusión, sólo el GOU tenía un plan para llevar adelante. Con algunas de las principales secretarías en sus manos, fue Juan Domingo Perón el que ganó un extraordinario protagonismo, al hacerse cargo de un relegado pero potencialmente muy aprovechable Departamento de Trabajo.



El sector castrense nacionalista y el rol del GOU

A comienzos de la década del cuarenta los militares habían asumido gran parte de las funciones que el Estado intervencionista de los treinta se autoadjudicó. Entre 1931 y 1937 el presupuesto militar se incrementó de 189 mil pesos a 315 mil. En octubre de 1941, por decreto 103.316, fue creada la Flota Mercante del Estado, que se colocó bajo el Ministerio de Marina, y la Dirección de Fabricaciones Militares. Por aquellos años convivían en las fuerzas armadas dos tendencias políticas: una, la que representaba al general Justo, favorable a los Aliados, y otra llamada nacionalista, que simpatizaba con el Eje.

En ese contexto las Fuerzas Armadas iban camino a transformarse en un poder en sí mismo y en un árbitro “natural” de la situación nacional. El ambiente parecía propicio para las conspiraciones. Así lo entendieron los militares del GOU, una logia fundada el 10 de marzo de 1943 en los salones del Hotel Conte, que estaba frente a la Plaza de Mayo, por iniciativa de los tenientes coroneles Miguel A. Montes y Urbano de la Vega, que fue creciendo en influencia dentro de las filas castrenses. Sus principales referentes eran el coronel Juan Domingo Perón y el teniente coronel Enrique P. González. Los dos eran oficiales del Estado Mayor General, graduados en la Escuela Superior de Guerra, de la que además Perón era profesor de historia militar.



Los hechos y la figura de Perón

El viernes 4 de junio, la escasa gente en la Plaza de Mayo no entendía bien qué era lo que ocurría. “Pero, cuál conspiración es la que ha salido a la calle? Porque hay siete…!”, era lo que se comentaba, mientras veían como de un camión militar se bajaban soldados y un tanque se apostaba en la calle Balcarce, protegiendo la Casa de Gobierno.

Sólo cuando llegaron militantes de la Alianza Libertadora Nacionalista, el General Rawson se asomó al balcón de Casa Rosada, comunicando que el Ejército se había hecho cargo de la defensa de la Constitución, de las personas y del orden.

Rawson, sin consultar, empezó a tomar decisiones, como el nombramiento de nuevos ministros, algunos de ellos representantes del viejo orden que se acababa de derrocar. Algunos de los nombramientos los había prometido en la cena que esa noche compartió con amigos en el Jockey Club. El día 5 lo encontraron acomodado en el despacho presidencial. Y ahí mismo lo hicieron renunciar. “Rawson fue presidente por error”, diría el propio Perón años después. Ramírez se transformó en presidente de facto, Farrell ministro de Guerra y Perón su mano derecha. El nuevo gabinete asumió el 7.

Para Perón, el golpe del 4 de junio de 1943 significó el trampolín para su carrera política. Entonces, pocos entendieron el por qué de la creación de la Secretaría de Trabajo y Previsión, el 27 de noviembre de ese mismo año. “El día que creamos la Secretaría de Trabajo y Previsión, es para mi el día inicial de nuestro movimiento”, dijo Perón según relató Llambí. Recién cuando el peronismo fue gobierno comprendieron lo valioso del apoyo de la clase obrera. No en balde ganó las elecciones el 24 de febrero de 1946 y asumiría el 4 de junio, tal vez en homenaje a aquella jornada a la que tanto le debía.



Fuente

https://www.infobae.com/historia/2018/06/04/a-75-anos-del-golpe-del-4-de-junio-de-1943/


Martes, 4 de junio de 2019

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