Lunes, 1 de Septiembre de 2025
01/09/2025 21:11:07
DISPUTA A LA DERECHA
Acusaciones cruzadas y un actor inesperado agravan la interna de La Libertad Avanza en una semana clave

La filtración de audios tuvo un escenario complejo en Diputados. El jefe de ministros Guillermo Francos fue acusado por la diputada Pagano de estar detrás. Nadie se salva de las sospechas.

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Lunes, 1 de septiembre de 2025

Guillermo Francos fue el único funcionario del gobierno que esta semana buscó retomar la iniciativa. La crisis que desató la filtración de audios con la voz del extitular de la ANDIS, Diego Spagnuolo, crece con cada nueva revelación. A cuentagotas ahora comenzó a aparecer la voz de Karina Milei y su presencia en el caso aumentó la angustia que se respira en el gobierno porque no saben hasta donde se extenderá el goteo y cuáles serán los movimientos de la Justicia en la medida que la saga empeore.

Este miércoles Francos buscó recuperar el hilo perdido durante el informe de gestión que hizo ante la Cámara de Diputados. Fue su tercera visita en el año a la Cámara Baja. La anterior fue por una interpelación sobre el Caso Libra. Pero esta vez el ministro coordinador afrontó el fuego amigo de un sector de cuatro diputados que dejaron el oficialismo. Con la periodista Marcela Pagano al frente de la ofensiva, Francos no pudo despegarse de la acusación que le tiraron: que es el nuevo componente de la interna que protagonizan Karina Milei y Santiago Caputo dentro del gobierno. Una pulseada alrededor del presidente Javier Milei que se agudizó con la filtración de los audios, porque en medio de las dudas hay una certeza lacerante: la información salió de adentro del gobierno y es tan grande la interna, que cada sector en pugna mantiene distintas sospechas sobre su procedencia, pero todas apuntan hacia el interior de la administración libertaria y no hacia sus adversarios electorales.

Pagano buscó contraatacar para defenderse. En la Casa Rosada lanzaron una primera versión: los audios son parte de una operación impulsada por ella y su pareja, el abogado Franco Bindi, señalado por el Gobierno por presuntas vinculaciones con un sector del aparato de inteligencia. La diputada negó todo, puso su celular a disposición y le dijo a Francos, en medio del recinto de la Cámara Baja, que los audios habían sido filtrados por un sector de inteligencia que le responde al ministro coordinador y que funciona dentro de la secretaría de Asuntos Estratégicos, conducida por José Luis Vila, un exfuncionario de inteligencia vinculado al radicalismo que trabajó para el peronismo y el macrismo con una muy buena relación con el exministro y empresario Enrique «Coti» Nosiglia, el mismo sostén político de Mario Lugones en el ministerio de Salud.

Francos no negó la importancia de Vila dentro del oscuro mundo del espionaje estatal argentino y tampoco que ocupa la secretaría de Asuntos Estratégicos. Pagano sostiene que Francos conoce a Vila desde hace 20 años. En despachos oficiales sostienen que el lazo fue construido por Rodrigo Lugones, hijo de Mario y socio de Caputo en la consultora Move. El entramado de sospechas sucede a un año de la última reforma por decreto del aparato de inteligencia, con la exhumación de la vieja SIDE como marca pública y después de una reorganización de sus áreas en cuatro agencias diferentes. En ese tinglado conviven distintas tribus del submundo de inteligencia, del que Vila no sería ajeno y con el respaldo de los hermanos Milei y Caputo. El problema, lamentan en el gobierno, es que ese triángulo se ha roto y su fragilidad se aceleró por el impacto de los audios con la voz de Spagnuolo y el temor que genera la posibilidad de que se transforme en un arrepentido colaborador en el expediente que está en manos del juez Sebastián Casanello con la investigación delegada en el fiscal Franco Picardi.

«Si Santiago supo de antemano y no alertó, entonces no puede zafar de la sospecha de que dejó pasar», advirtió un importante legislador que forma parte del oficialismo, hoy fracturado en tres bloques dentro de la Cámara de Diputados. La emergencia de Pagano como acusadora del gobierno es una variable que subestimaban en Balcarce 50 y que ahora se corporizó en un momento de doble debilidad: porque la oposición controla la agenda de las dos cámaras del Congreso cuando se acelera el cronograma electoral y en el armado de campaña del oficialismo comienzan a advertir que el escándalo de los audios puede ser más piantavotos de lo que podían calcular hasta una semana atrás.

La fragilidad electoral no es menor, porque la hermana del presidente es la pieza más importante de La Libertad Avanza, junto con su mano derecha, Eduardo «Lule» Menem y el titular de la Cámara Baja, Martín Menem. El propio Spagnuolo los acusa en los audios de formar parte de un esquema de cobro de presuntas coimas y designaciones vinculadas a esa ejecución espuria. Por fuera de las implicancias judiciales y legislativas, el gobierno comienza a advertir que el escándalo puede minar la capacidad de conducir el partido de La Libertad en un momento determinante y con la aparición de un creciente rechazo del electorado porque la sobreventa de expectativas económicas comienza a empalidecer por la crisis. La variable económica ya no rinde como antes y el malhumor no sólo se hace más volátil, sino que aumenta la corrosividad que un presunto caso de corrupción puede tener ante un Gobierno que no logra recuperar la iniciativa.

Falta una semana para las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre y la táctica de Karina de mostrarse imperturable ante la crisis no funcionó. Tanto con su hermano en Lomas de Zamora, como en Corrientes, con Martín Menem, para defender la marca en las elecciones de este domingo, la secretaria general de la Presidencia no pudo ratificar la conducción de la campaña ni de la estrategia electoral en cada distrito. Los resultados tampoco acompañan. En la provincia norteña el diputado Lisandro Almirón, de LLA, asoma cuarto en las encuestas y vuelve a quedar en evidencia que la decisión de promover a los puros y no pactar con fuerzas provinciales no rindió dividendos esperados.

El error político de la agresión a Milei en Lomas de Zamora le sirvió al gobierno para victimizarse. Pero la sobreactuación tampoco rindió como antes, porque el goteo del caso Spagnuolo pone sobre las cuerdas al gobierno todos los días, sin posibilidad de articular una comunicación común. Esa ausencia revela también las consecuencias de la interna, en una semana donde LLA afrontará un examen clave en la provincia de Buenos Aires. El armador electoral, Sebastián Pareja, comienza a sentir el peso de esa coyuntura. Cuentan que advierte con incomodidad el silencio de los aliados, como el PRO, que aceptó relegar la marca en la alianza y ahora tampoco se muestra dispuesto a defender a Karina. Mucho menos en un momento donde corre el riesgo de transformarse en un lastre para el marketing de la campaña del domingo que viene y también para la nacional del 26 de octubre.


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