Domingo, 19 de Mayo de 2024
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Economía local
La mayoría de los comerciantes aún no pueden recuperarse de las secuelas económicas de la Fase 1

Para la mayoría, el impacto económico, se hizo sentir más ahora, que en el inicio de la cuarentena obligatoria, allá por el mes de marzo. Otros comercios quedaron en la ruina, producto de la inactividad. Para los negocios denominados esenciales, pese a trabajar, sintieron la disminución de sus ventas en esta última etapa.

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Martes, 8 de septiembre de 2020

A un mes de finalizada la Fase 1 en Paso de los Libres, todavía existen comercios que no logran reponerse de las consecuencias económicas de la medida restrictiva que se dispuso para evitar la propagación del brote pandémico de COVID-19.

No es intención de esta nota, cuestionar la decisión de la Fase 1 que en términos sanitarios arrojó resultados efectivos, pero sí visibilizar el impacto ocasionado en el comercio Libreño, partiendo de la base que ya veníamos de una crisis de arrastre de la economía, por lo menos en los dos últimos años (2018-2019).

Un dato en el que la mayoría de los comerciantes coincidieron, es que el impacto económico, se hizo sentir más ahora, que en el inicio de la cuarentena obligatoria, allá por el inicio del mes de marzo, y que paulatinamente fue liberando actividades durante el mes de Abril.

Por supuesto que cada rubro tiene su propia realidad.

Consultados, sobre la situación, propietarios de autoservicios y supermercados, denominados servicios esenciales en esta coyuntura, plantearon, que más allá que trabajaron ininterrumpidamente durante la cuarentena obligatoria, se notó que la gente cuidó más su bolsillo.

La austeridad en la actualidad, se percibe cuando los clientes van dejando, los artículos de primera calidad, para elegir segundas marcas.

Sin embargo, no todo es pálida, también reconocen los supermercadistas, el impacto positivo que tiene en las ventas, las tarjetas alimentarias y el IFE (Instrumento del gobierno nacional para paliar la crisis).

El rubro “autoservicio de comidas”, se vio afectado por la paralización de la administración pública, que después de las 13 hs, retiraba su comida, “la gente si ya no sale a trabajar, cocina en su casa” expresó un comerciante del sector a este portal.

También los vallados en el centro de la ciudad, incidieron en la disminución de ventas, “el cliente no admite demoras en la entrega, y la dificultad del tránsito para acceder a los domicilios que realizaron pedidos, perjudicaron las ventas” manifestaron a este medio. A ello debe sumarse las restricciones horarias.

Otros de los rubros afectados, son las tiendas de ropas.

Para los comerciantes del sector, la pequeña reactivación que se produjo en la primera parte de la cuarentena obligatorio, se esfumó con el establecimiento de la Fase 1.

Entienden que existieron varios factores que conllevaron a la falta de recuperación.

El primero es de índole económico, ya que la gente prioriza artículos de primera necesidad, a comprar algunas prendas de vestir. Una empresaria del rubro se preguntaba lo siguiente “¿para que la gente va comprar ropa?, sino tiene luego donde salir o lucirse”, en referencia a la restricciones aún vigentes, tanto en salones de fiestas como disco-pub.

El segundo factor, perjudicial, fue el clima; los días más espléndidos, soleados y de temperatura agradable, se dieron las dos semanas que duró la Fase 1. Finalizada esta etapa, los días cambiaron y pasaron a ser fríos, e inestables.

Y un tercer factor gravitante, es la proliferación de Showrom, modalidad ésta, que creció más con la cuarentena obligatoria, y que consiste en la venta privada o virtual de ropas y otros, accesorios u objetos. Ello incrementó la cantidad de oferta en el mercado, en detrimento de los negocios ya instalados.

Los restaurantes y bares, son otro sector golpeado, les costó recuperarse de la Fase 1.

Los empresarios gastronómicos, afirman que cada vez se incrementan más los gastos fijos, y se nota una disminución de clientes, por miedo a la propagación del virus. “Es evidente que la gente prefiere esperar un poco para poder salir tranquila”, señaló un comerciante este cronista.

Por su parte, las estaciones de servicio, pese a ser considerado un servicio esencial, también recibieron los coletazos de la crisis, en especial la última Fase 1.

Varios fueron los motivos que llevaron a una merma, hasta del 80 % en algunos casos de venta de combustible.

Uno de esos motivos, es la limitación para circular libremente que tenían los vehículos, salvo para situaciones de emergencia o que lo justificasen.

En segundo lugar, la restricciones que pesan para el ingreso de camiones de afuera a la ciudad (a excepción del servicio esencial). La medida afectó el suministro de combustibles a estos transportes, que se abastecían en el interior de la ciudad, para luego regresar a su lugar de origen, o seguir viaje a otro destino.

Muchos negocios tuvieron que reconvertirse para sobrevivir, pero parte de la triste realidad, es que otros quedaron en el camino.

Algunos siguen inactivos, a la espera de que esto pase pronto, y poder volver abrir sus puertas. En esa difícil tarea de aguardar, se encuentran propietarios de Agencias de Turismo, Salones de Fiesta, Disco Pub, Canchas de Fútbol 5, Vendedores informales ligados al Puente Internacional y otros tantos.

Una certeza con dejo de angustia, recorre todos los locales comerciales; más allá de comprender y ajustarse a la emergencia sanitaria, los comerciantes, no están dispuestos a hacer un nuevo sacrificio, “Ya fue demasiado, la situación no se aguanta”, se lamentan.

Por Ignacio Villanueva










Martes, 8 de septiembre de 2020

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