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Judiciales
Declaró ante el Tribunal de Juicio, Ángela Miño, pareja de Juan Aubel (Padre)

Dijo que acompaña a Aubel hace 11 años y que el problema de su hijo (Juan Leonardo Aubel), comenzó cuando éste tenía 18 años, consecuencia de un “brote psicótico”. Relató que producto de la esquizofrenia aguda que padece el joven, su padre lo llevó a distintos centros de salud pública, en Alvear, Santo Tomé, La Cruz y hasta Paso de los Libres “pero nunca tuvo una solución”. Por otra parte sostuvo que Aubel (hijo) “era rebelde, a veces quería comer y otras veces no, y a veces también te tiraba el plato” y agregó “le cortaban las uñas, porque él se sacaba los pedazos para lastimarse”.

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Miércoles, 23 de noviembre de 2022

El pasado viernes finalizó la etapa de presentación de pruebas, y declaración de testigos en el juicio, que trata de determinar la responsabilidad penal de Juan Hualberto Aubel (61) por los supuestos delitos de “Abandono de persona agravada de un padre hacia el hijo, por el resultado de un grave daño en el cuerpo de la víctima, en concurso real con privación ilegítima de la libertad agravada”, cuya victima fuera su hijo, Juan Leonardo Aubel (28), quien padece una esquizofrenia aguda.

Una de las testigos que declaró de manera presencial, fue Ángela Miño, actual pareja de Juan Aubel (Padre).

Contó que hace once (11) años que lleva una relación con él y que conoció a su hijo (Juan Leonardo), cuando éste tenía dieciocho (17) años.

Narró ante el Tribunal de Juicio, que “los problemas empiezan cuando él tenía dieciocho (18) años, ahí tuvo un brote psicótico. El padre vino a verlo a Paso de los Libres y estaba irreconocible, agresivo”.

Sostuvo que antes de ese episodio, “era un buen chico, le gustaba hablar, estudiaba, salía como todos los jóvenes, tenía una vida normal”.

Continuó diciendo, “luego comenzaron los problemas, se puso rebelde, a veces quería comer y otras veces no, y a veces también te tiraba el plato” y agregó “le cortaban las uñas, porque él se sacaba los pedazos para lastimarse. La empleada siempre lo limpiaba por las heridas, pero no era como se dijo” en referencia a las acusaciones de abandono.

Señaló que “siempre gritaba y lloraba, eso siempre lo hacía, era como una criatura de 5 años, él a veces quería una cosa y había que darle”.

Relató que “cuando estaba normal, nos decía que nos quería, porque éramos los únicos que lo ayudábamos. Pedía para tomar helado, le gustaba jugar a la pelota, salir a pasear, todo cuando estaba bien”.

Dijo que Aubel (h) “se desangraba, porque se autolastimaba, lo llevamos con el padre a los hospitales de Alvear, Santo Tomé, La Cruz y hasta Paso de los Libres, pero nunca tuvo una solución. Volvimos a La Cruz y el Dr. Ayala nos dijo que el paciente no tenía conducta”, y añadió con resignación “¡¡¡ nosotros ya no sabíamos que hacer!!!”.

El Tribunal Oral y Penal (hoy Tribunal de Juicio) está presidido por el Dr. Marcelo Fleitas, y lo acompañan los doctores Marcelo Pardo y Gustavo Ifran, asistidos por el Dr. José Monti.

La defensa técnica, es ejercida por el Dr. Juan Carlos Vischi, la Fiscal de Juicio, la Dra. Noelia Lena, mientras que el Dr. Luis Fernández, actuó en las últimas audiencias, como Asesor de Menores e Incapaces (Sustituto), representando los intereses de la víctima.

El jueves 1 de diciembre, se llevarán a cabo los alegatos de partes y probablemente ese mismo día se conozca la sentencia que dictaminará el Tribunal.

El hecho

Ocurrió en la localidad de La Cruz, en una fecha que hasta el momento no se puede precisar con exactitud, pero que sería el mes de septiembre, circunstancias en que, según la denuncia de Fiscalía, Juan Hualberto Aubel coloca en situación de desamparo a su hijo, Juan Leonardo Aubel, quien padece de esquizofrenia, siendo éste incapaz de valerse por sí mismo y al que debía cuidar, abandonándolo, colocándolo así en una situación de desamparo al tenerlo encerrado bajo llave, en una habitación de la vivienda, con las manos esposadas delante de su cuerpo y sin brindarle las más mínimas condiciones de higiene y ventilación, de cuidados y curación respectiva y cuya falta de tratamiento y medidas higiénicas, provocaron a la víctima, un mal estado de salud general, anemia crónica y desnutrición, heridas dermatológicas infecciosas por micosis (hongos) y otra lesiones de carácter graves, que lo inhabilitaron a realizar tareas habituales.

Según sostiene la acusación, Aubel (h) fue privado ilegitimamentente de su libertad, al haber sido esposado por su padre, en ambas muñecas por delante de su cuerpo, dentro de la vivienda donde residían con el mismo.

La víctima logró escapar del domicilio, el 10 de noviembre del 2019, en horas de la madrugada, ocasión en que huye hacia la casa de su hermana, María Aubel, quien le presta ayuda necesaria, quitándole las esposas.

Por Ignacio Villanueva.


Miércoles, 23 de noviembre de 2022

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